Por Carolina Giudice
Quizá, fue uno de los pocos poemas que leí con tanta devoción y no pude evitar guardar en mi memoria. El escritor lo ha olvidado, yo lo recuerdo: Duermo en tus ojos rosados exiliados por los arcángeles risueños en todo momento mi ser es tu ser en la unidad del frio, somos amor Los ríos cristalinos flotan en el susurro de nuestros labios, y como sonrisa, mis labios quedan atados al perfume de los tuyos Es la sangre que late al ritmo del amor, llega el invierno reflejando la luna de tus ojos en mis dientes Invaden mis noches con chispas y tormentas de luces, invade mis noches, el delirio inmortal de estar para siempre con vos Por vos, correría las víboras que lloran al amanecer Mataría el infierno y sería la muerte de tus malditos odios Oh, solo he de esperar un poco más para tocar tu piel diabólica llenaré tu boca con almendras de miel, mientras los campos derriten la fiebre del sol yo te espero, sentado en algún lugar, Diciendo: nuestras manos se han unido, nuestro orgullo ha muerto, y yo seré la pureza de tu corazón. |
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May 2024
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