Desde la ribera del río te veo pasar frente a la otra orilla,
Y te dejas caer en las aguas turbulentas. De este río oscuro y convulsivo, De este río que cruza esta ciudad sucia y apagada. De calles retorcidas, Retorcidas como los deseos de los seres que caminan por ellas. Retorcidas como las almas de los que mataron. Retorcidas como las mentes de los tiranos. Y retorcidas como las aguas que te acompañan en este viaje sin retorno... Viaje en un caudal frío y violento, Viaje que te lleva lejos de mi para siempre Hasta que encontremos tus manos perdidas Hasta que encontremos tu corazón sin más latidos Y hasta que por fin descanse nuestra historia. En el desolado delta del olvido. por Fernando Muñoz |
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April 2019
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