Las noches son como bocanadas de humo que me llevo a los pulmones,
tratando de acabar con este oxígeno que lo único que hace es alimentar el fuego, fuego que llevo en el alma, Fuego que quema mis sábanas. La noche es como bocanadas de humo que devoro insaciablemente, tratando de llenar este vacío que existe entre el corazón y mi garganta. Noche de incendios forestales, infernales, invernales. Noche de excesos bacanales, arrabales, animales. Si tus ojos estuvieran aquí estarían cubiertos en lágrimas, pero no serían de tristeza ni de melancolía amarga, serían hijas de este humo que penetra, que impregna, que se cuela por tus poros hasta teñir de gris tus venas. Que entra por tus ojos, e inunda tus recuerdos hasta teñir de gris tu corazón. Por Fernando Muñoz |
Categories
All
Archives
October 2020
|