Por Joel Muñoz Berríos
Yo te he buscado desde niño Cuando caminaba por las calles de mi viejo Santiago Desde el tiempo de las campanas y las manzanas Vengo mirando si te encuentro en alguna ventana Te he seguido los pasos en la oscuridad Desde los nudos de la adolescencia y sus pesares Subí la escalera hacia los techos de marzo Me asomé por la gran muralla para saber si estabas del otro lado Abandoné juegos, amores, ilusiones y deseos Por salir al encuentro de tus noticias fascinantes Dejé mi pueblo, padre, madre, novia y hermanos Para saber de ti en otros campos y en otros barrios Me enamoré de la ilusión de encontrarte Mi corazón de barquillo crujió con la sensación de tu paso Mi alma de vidrio se empañó con la espera Mi espíritu de papel voló convertido en palomas contigo En diciembre encendiste estrellas en mis ojos de azúcar La buena fe no admitió dudas ni de joven, ni de viejo, ni de niño En mayo acariciaste mis cabellos con tus dedos invisibles Detrás de las nubes blancas pasabas azul un día domingo Has sido tú, el sentido de todas las cosas Aquello que mi caballo ha hecho galopar en el vacío La fuerza del salto a lo desconocido El empujón a entrar por las puertas de mi mismo Sentido, sentido de la vida y del destino Te he buscado desde niño Ahora que me pongo viejo Te presiento Llamándome a lo lejos Para darte, vida, sentido eso que tanto te he pedido. |
Autores
All
Archives
May 2024
|