Por Joel Muñoz Berríos
Buscarías el manifiesto del hombre y el masculino Darías vueltas alrededor del mundo y mi cabeza Cortarías cualquier rosa por encontrar mis flores guardarías entre tus senos mis secretos Te volverías para darme el beso Encontrarías mis olores verdaderos Subirías a mi puesto de vigía Darías cualquier cosa por no verme muerto Pondrías tus manos en mi espalda Abrirías las llaves de mis chorros Dejarías pasar la ventolera Vendrías hasta el lugar secreto Llevarías mis nombres colgados Arriesgarías la vida contra el olvido Descubrirías la fuente de mis deseos Volarías herida a mi pecho Encontrarías las mil formas del perdón Llorarías de alegría con mis versos Mirarías al hombre a los ojos Quemarías las naves del regreso Descubrirías la conciencia de la vida Caminarías desnuda entre mis sueños Darías a luz la nueva historia Dormirían atados nuestros sexos Pondrías alas a mis cuentos Volarías al mundo que me trajo te irías a recoger esas estrellas y llevarías marcados para siempre mis besos. Por Tuky Waingan Vieron mis ojos en una taza de capuchino, asomarse El perro de Goya. En una nube, la nariz de Girondo mutar a colibrí. En el humo de un cigarrillo vieron filosofar a dos moscas sobre la risa del color azul. Vieron mis ojos una hoja de potus hincharse, hasta parir una mariquita; y en el pasto recién cortado, dormirse profundamente a mi nariz. Vieron mis ojos, perfectos adoquines con corbatas engullirse mis mejores sueños; y conejos rapaces tragar mis más dulces utopías. Vieron mis ojos tanta belleza y tanta mugre. Tuky Waingan es una artista visual y escritora de Buenos Aires, Argentina.www.tukywaingan.com.ar
Collage por Fernando Muñoz Por Fernando Muñoz
Tinta como una copa de cabernet como una taza de té negro, Ceylán o como un café cargado y amargo. Tinta como esas notas en la partitura la doble corchea. o esas pestañas tuyas laaaargas y sensuales… Tinta como el lunar en mi mejilla o el diente invisible de aquel abuelo cuando nos sonreía. Tinta, como tus zapatos lustrosos o las arrugas en tus manos. Tinta, como el carbón en el brasero, ese que calentaba el agua que poníamos en el mate, ese que derretía el queso que comíamos con los panes amasados. Tinta, del color de tus cabellos, escribiendo sobre tu rostro del color de esos dos puntos suspensivos e infinitos que son tus ojos. Tinta, no como mi sangre, pues mi sangre es roja y esto que te escribo hoy, es en papel blanco… pero con letras negras porque la melancolía es oscura como la tinta… tengo entintados los recuerdos. Por Albatroz Nocturno
Hoy me preguntaba Si siempre has sido lo más importante, ¿Cómo no me di cuenta antes? ¿Cómo no darme cuenta de aquellos silencios? ¿Cómo no notar aquella distancia? ¿Cómo no sentir aquel dejo de frialdad? ¿Cómo no palpar tu desanimo? Hoy me preguntaba ¡Cómo, si siempre has sido lo más importante! ¿Cómo no distinguí aquella sonrisa? ¿Cómo no distinguí aquel brillo en tu mirada? ¿Cómo no distinguí que sientes diferente? ¿Cómo no distinguí que hasta tu respiración cambiaba cuando él se acercaba? Por Marcelo Mogura Leiva-Bianchi
Te escabulles entre las sombras de los paseos peatonales Nadie nota tu presencia hasta tenerte respirando en la oreja Eres una especie de serpiente, poco original por cierto Pescado indómito que contrae las entrañas de los no muertos Apareces de pronto entre la nada no te perciben los perros ni las almas Disfrazada con piel de monja inocente O con los aperos propios de la mano cotidiana Tus ojos son plácidos Los resaltan unas gafas perfectas de cristales ahumados Y tu voz terciopelo entre las rocas Eso sí, tienes olor a tula A pedazo de excremento A carroña Y, para hacer que te vayas Es mejor cerrar los ojos gritando ¡Vete, qué no existes! Pero, paradoja, tu existencia es ubicable La creamos entre nuestras manos cubiertas de sangre O en el filo del cuchillo de la entrepierna O entre los dientes como carne de cocodrilo O en los bolsillos llenos de compadres Se ubica en las bocas de los niños Cuando escupen insultos O humillan al débil entre débiles O en los cascos negros de sus hijos Cuando marchen a la guerra que les darán como herencia La maldad tiene su propio reloj Asido a su mano blanca Con él mira la hora Que no es la misma que la tuya Para alcanzarte. Por Joel Muñoz Berríos
Y llegó aquel día los pájaros callaron las sirenas las olas de todo nuestro mar los gallos desde ese día no anuncian la madrugada No tienen voz las esperanzas Y los perros no ladran cuando viene un ajeno Los árboles se quedaron esperando la primavera Y las estrellas Y los peces Y las calles nada es nadie nadie es nada con las ventanas cerradas Y los pájaros enmudecieron y las chiquillas duermen no aman Y los hermanos se miran sin decirse nada La vecina toma y toma mate Sin decir palabras Y nadie enciende la radio no quieren saber más de nada Mamá hace sonar las tazas para que no se sienta su lágrima Mi padre da vueltas y vueltas por el patio Juntando rabia Entonces unos pasos entonces una carrera entonces una ráfaga lejana entonces ya he llegado ya estoy en casa hoy no me alcanzaron Todos nos quedamos mirando Todos en silencio. Por Fernando Muñoz
La nieve cae copiosa y suavemente sobre la mesa. La cena está servida, se enfría… El pan, mira como el café juega con el viento y como se desprenden los fantasmas en su aliento. La cucharita más fría, más solitaria, yace sobre el mantel casi dormida. La blancura comienza a cubrirlo todo, los fantasmas se desvanecen en un café más frío, en una tarde ya ida… El pan silencioso, ve como su cuerpo se humedece y endurece, y la cuchara inadvertida, yace más fría. Perece. Por Fernando Muñoz
La noche es noche, sin luna ni estrellas; noche oscura, callada y quieta. La noche es noche, poncho azabache del color de los funerales. Bajo el manto que lo cubre todo, Se despliega una tierra triste y sin esperanza, Seca comarca donde ha caído el sudor, ahora apagada bajo un cielo sin luna ni estrellas. Lo único claro en medio de esta nada, es el pequeño fuego en el quincho arruinado. El campesino sentado, con la mirada perdida en un sueño imposible o en un recuerdo inalcanzable. Sus manos gastadas, crujientes, secas como la tierra misma que trabaja y trabaja. Si sus manos fuesen alas se quebrarían al primer vuelo y caería al suelo el deseo sin sustento. Pero, las manos no son sueños, sólo herramientas oscuras en esta noche tan triste. En el brillo de los ojos El fuego danza… Por un instante, la noche y el silencio desaparecen. Un crepitar tímido de ramitas y hojas secas. El vapor de la olla casi vacía que se desvanece. Agua que hierve para engañar al hambre. Una voz lo llama desde la distancia o quizás desde el mismo fuego, entonces el campesino ve aparecer de entre las sombras, una silueta más oscura que la oscuridad que lo rodea. Y feliz la contempla, sabiendo, que se acabará la estúpida miseria. Por Irkador
Cómo mostrar el corazón cuando las neuronas saltan por si solas, cuando los músculos se crispan y mantienen su ira, cuando el pecho se llena de algo, que no conozco pero que existe y presiona desde dentro y sale como llanto, grito, silencio… De una forma que tuerce los dedos. Cómo mantener el curso cuando el cuerpo camina por las suyas, obediente al viento, a la temperatura, a las nubes, a la belleza, a la luz?. Cómo describir lo que pasa en mi sangre si ella no sólo recorre su camino sino que viaja a donde le place y me obliga. Astuta… Normalmente me engaña y me pillo delante de ella como si yo fuera quien guía. Así que aquí te dejo Angustia, bella mía que me acompañas cuando quieres, hecha letras para que mi memoria crea que con anticipación podre detenerte, verte aparecer… Ingenuo. no? Por Joel Muñoz Berríos
La poética se volvió una brújula cuando la semántica se volvió exógena la sintáctica perdió la fórmula la pragmática cambió la tónica La señalética es un rótulo para designar cosméticas, la pérdida de la esencia cósmica volvió la poesía farándula Las fórmulas matemáticas no dan cuenta de la práctica, soluciones ortopédicas no resuelven la problemática La lógica es una pérfida bruja diabólica sórdida no comprende la melancólica vibración de la romántica Mis lápices inalámbricos escriben fructíferas cándidas se van por el tránsito mayúsculo mis prístinas letras módicas Tengo razones básicas para cantar una canción prolífera que ayude a equilibrar el péndulo de la convivencia poética No me digan idílico no me tachen de estúpido no me vengan con cánticos que no tengan contenido prótido. Epílogo Lo contrario de la dialéctica es el rígido espectáculo de creerse grande y máximo cuando tan próximos damos lo mínimo La didáctica de los parámetros exige al maestro kilómetros méritos al díscolo y al náufrago sin poner sórdidos obstáculos No se trata de dádivas para ganancia de los tentáculos es simplemente mórbido hacerse el más simpático Convoco a la fonética artística a la rúbrica mágica al sol lumínico a la noche más prófuga Deseo para todos éxito apoteósicos aplausos ganados con sentido lúdico y pensamiento fantástico Efímera página lágrima endógena luminosa lámpara gótica o lúcida Dejo aquí una poema esdrújulo de todos el más estúpido un paupérrimo verso al término entre tantos tan magníficos que mi pensamiento disléxico y díscolo ha convertido en oráculos cuánticos Por Rodrigo Figueroa
Socavarás antes tus propios intentos de acercarte al viento (la prisa del viento), para evitar su caída hasta el borde del cielo, imitado en sus ojos (sus ojos inciertos), para buscar el silencio guardado en su boca y romperlo (de pronto) con tu propio silencio, no verás la gota que horada la piedra, desatada (de pronto) en tu insomne recuerdo, creerás el olvido, el cansancio del tiempo, la lluvia que llega, sin llegar el invierno. Buscarás impaciente el lugar y el momento donde nazcan primero los motivos y el miedo, le verás saludar desde otras esquinas, y quedarse callado con nuevos silencios, confiarás (para entonces) en los soles de otoño, saldrás de mañana dibujando en el viento, preguntarás sin palabras el horario del día y lo hallarás olvidando (soñando despierto), buscarás (para entonces) tu reloj desahuciado y dirás lentamente…es muy tarde…lo siento. Foto: Jocelyn Muñoz Por Fernando Muñoz
No más miedo me dijiste, mientras tu mirada se perdía en las nubes de un cielo gris, gris como la ciudad que te abrazaba y en su abrazo te asfixiaba. No más tristeza, me insinuaste… con una semi-sonrisa entre tus mejillas rosadas, rosadas por el frio de este invierno. ¿Porqué caminamos por esta calle? – me preguntaste y sin tener respuesta, sólo atiné a decir porque nuestros pasos tienen alma propia. (cuando la verdad era que querían reconstruir el recuerdo) Te detuviste frente a la casa vieja, nuestra casa descolorida, por años, por el humo de los sueños quemados descolorida por el tiempo…tic tac tic tac tic tac. Yo tratando de encontrar una llave imaginaria en mis bolsillos, para poder abrir la puerta a una incertidumbre aún mayor te miraba de reojo. No más miedo – me dijiste No se necesitan llaves para lo que nunca se cerró. Por Elicura Chihuailaf. Las Palabras son como el sonido del Kultrun me están diciendo mis Antepasados pues se sujetan en el misterio de la sabiduría Por eso con tu lenguaje florido conversarás con los amigos e irás a parlamentar con los winka Montado sobre un arcoiris viajo por el mundo Los Cuatro Dueños del Viento me acompañan Tal vez en las nubes deba combatir contra nuestros adversarios -voy pensando tal vez un día con sangre pintaré los caminos de mi Pueblo (Está diciendo) ……………………………………………….. FEMGECHI AMULEY ÑI PEWMA ÑI PELOM KINTUN Ti Zugun ta Kultrun zugun kechiley fey feypiyeenew ñi pu Kuyfikeche welu gvnewkvley ñi kizu kimneel chi kimvn mu egvn Feymew tami azkan kimvn mew nvtramkay mu tami pu wenviemu ka fey weupimeamy pu wigkaemu Wente relmu mew pvralen ta wifentu yawvlfiñ mapu Meli Gen Kvrvf ta afkazineenew Kam tromv mu chi kewan taiñ kayñe iñchiñ chi -pilerpuy ñi rakizwam kam kiñe antv mollfvñ ta kolotualu trokiwvn tañi pu Che ñi rvpv (Feypimekey) Elicura Chihuailaf: Poeta, Oralitor, Profesor del taller de poesía y prosa en la escuela rural Primer Agua (comuna de Tirúa). Colaborador de las revistas El Periodista y Punto Final, de Santiago. Es integrante de la Academia Chilena de la Lengua. Colaborador del Observatorio de Derechos de los Pueblos Indígenas, Temuko. Más información y poemas aquí.
Foto: Collage basado en fotografías de Héctor Gonzalez de Cunco Por Joel Muñoz Berríos
De ti me han hablado todos los caminos Por eso hacia el sur, siempre hacia el sur camino Por eso hacia el sur, siempre hacia el sur yo te sigo Al sur me llevas, me empujas y me vuelves niño Allá están mis lagunas azules mis hojas lavadas con aguas de río mis versos no escritos mis secretos de nieve y todos los sueños vivos Allá perfuma el tiempo todo lo andado y todo lo perdido. La leche se hace espumas El fuego espera prendido El pan invita a los amigos Allá está el mar todavía limpio Como el espíritu del anciano cacique que habla al corazón de los que tienen frío Por Nicole Lafourcade
I Desludez primera de tus ojos aquella tarde puestos a quemar sobre un bordel imaginario voztallado en instrumento pielcorteza que sebusca. Imanesca llegas a mi puerta sincerrojo. Sencinden los primeros sontidos. II Qué es este vibrato tocándome enincendio? Dedónde viene el son que oxígeno penetra una oquedad para llenarla? Desalmas conpresencia la mía desandas mis caminos sinsonidos notarinos y asonvrados recibiéndote de abrazo tremoroso. Te bienvengo a mi overtura. |
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October 2020
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